
Los autobuses urbanos accesibles nos benefician a TODOS. La movilidad urbana es un servicio público, por eso accesibilidad y movilidad deben ir de la mano.
Cuando hablamos de accesibilidad, normalmente la gente piensa en dos cosas: Sillas de Ruedas y Rampas.
En el Instituto de Accesibilidad repetimos y repetimos que accesibilidad es mucho más que rampas, y que afecta a muchas más personas que a los usuarios de sillas de ruedas.
La OMS estima que el 15% de la población mundial tiene algún tipo de discapacidad. Porcentaje nada despreciable, verdad? Pero es que además de este 15% – que engloba a usuarios de sillas de ruedas y a otras personas con discapacidad – debemos tener en cuenta a personas que tengan una lesión temporal, mujeres embarazadas, niños, adultos mayores, personas empujando un coche de bebé, personas empujando una maleta, o un coche de la compra… y hasta personas mirando el celular o escuchando música en sus audífonos.
Si lo piensas, el abanico de gente se abre… y por eso se dice que el diseño para todos es fundamental para el 15% de la población, necesario para el 40% y confortable para el 100% de la población.
Un diseño accesible nos beneficia a TODOS, porque accesibilidad es Comodidad, seguridad y autonomía. Y eso es algo que todos queremos.
Cuando hablamos de movilidad urbana también debemos pensar en todos. Es un servicio público, que se piensa y se desarrolla para el beneficio común, y por ese motivo accesibilidad y movilidad deben ir de la mano.
Si analizamos la accesibilidad en los autobuses urbanos debemos distinguir dos elementos principales: la infraestructura y el vehículo.
La infraestructura es la parada o paradero, que debe tener ciertas condiciones para que sea cómoda y segura para todos y además permita autonomía.

- Localización de la infraestructura – ¿Es fácil de localizar en el entorno urbano?
- Información exterior – ¿Está diseñada la información para que sea sencilla incluso para quien no es usuario habitual del sistema?
- Gestión de billetes – ¿Es fácil comprar un billete?
- Información interior – Dentro de la parada, ¿es fácil saber que autobus tengo que esperar?
- Señalización y guiado – ¿Existe señalética accesible que me advierta del peligro al borde de la pista y que me lleve hasta el embarque del autobús?
- Zonas de espera – ¿Están diseñadas teniendo en cuenta el clima? Y las zonas de descanso, ¿son accesibles?
- Comunicación infraestructura-vehículo – ¿Existe algún sistema de información que me indique qué vehículo viene, o cuanto tarda en venir el que yo espero?
Los autobuses urbanos accesibles son imprescindibles, y deben estar diseñado con todos los implementos necesarios para asegurar la accesibilidad en el interior. Debemos asegurar que todas las personas pueden acceder, estar cómodas, seguras y moverse con autonomía.

- La localización del vehículo – ¿Cúal debo tomar? ¿Existe diferenciación por colores?
- El desplazamiento en el interior del vehículo – Puedo moverme en el interior de manera segura? ¿Hay barras de sujeción?
- La plaza de viaje – ¿Existen plazas reservadas? ¿Se hace todo lo posible para que se respeten?
- Información a bordo – ¿Es fácil saber por donde voy una vez que estoy dentro?
- El acceso al vehículo – ¿Está pensado para todos?
- Gestión del billete dentro del vehículo – La validación del billete ¿Se hace de manera cómoda para TODOS?
Existen en el mercado muchas soluciones que pueden facilitar el acceso a todas las personas a un servicio público como este, de tal manera que podamos decir que es accesible y que mejora la movilidad.
Estos son sólo algunos de los detalles que pueden tenerse en cuenta.







En nuestro Taller Online de Turismo Accesible tocamos este tema en detalle, para que nuestros alumnos puedan comprender qué es y qué no es un transporte urbano accesible.
y tú ¿qué opinas? Tu transporte urbano es accesible, o es como este?

